De Programador a Fundador

Traté de crear mi propia empresa y lanzar un producto muchas veces, pero solo lo logré una vez que aprendí estas seis lecciones a la fuerza. Ahora, quiero compartirlas con todo aquel que quiera convertirse en fundador de una startup tecnológica.

Compass

1. Evitar nuevas tecnologías

Todos los programadores que he conocido (yo incluido) quieren trabajar con la última tecnología o el framework de moda. Sin embargo, a menos que estés trabajando realmente en una innovación en la que las nuevas tecnologías sean esenciales, deberías evitar esto si realmente querés tener éxito. Las nuevas tecnologías tienen una curva de aprendizaje que te aleja de tu objetivo principal: lanzar tu producto. Además, tienden a tener comunidades más pequeñas, lo que significa un soporte limitado y un conocimiento compartido mucho más escaso. Mejor, quédate con las herramientas con las que ya te sientas cómodo trabajando y que están en el mercado hace varios años, maduras y estables.

2. La escalabilidad no importa (todavía)

Nos encanta estar orgullosos de nuestros servicios, hablar de lo bien que escalan, de cómo hemos implementado Kubernetes o cualquier cosa sofisticada que exista en el momento, y de cómo estamos preparados para manejar millones de usuarios. Pero lo más probable es que estés perdiendo tiempo valioso construyendo una nave espacial solo para visitar la casa de tu vecino. Es poco probable que necesites gestionar ese nivel de tráfico en el corto y mediano plazo. Y si lo necesitás, ¡buenas noticias! para entonces tendrás el presupuesto para refactorizar y mejorar las cosas. Recordá, el time-to-market es tu mantra; cualquier cosa que demore la salida a producción debe evitarse o al menos revaluarse.

3. Pagá con dinero, no con equity

Resulta que necesitás un diseñador para el nuevo software que estás desarrollando. Para “ahorrar dinero”, le ofrecés acciones. Después, te das cuenta de que solo un diseñador no es suficiente y también necesitas un desarrollador web, así que das más acciones. Este camino es más caro de lo que parece, porque las acciones deberían reservarse para las personas con roles clave en tu empresa, como los cofundadores. Si algo se puede resolver con dinero, es mejor manejarlo de esa manera. En unos años, no te vas a tener que arrepentir de una decisión que es difícil, sino imposible, de revertir.

4. Tu equipo es la clave

El equipo fundador es el factor más importante para el éxito de una startup. Un error común que cometen los programadores es empezar un proyecto con otros programadores, lo que da como resultado un equipo en el que todos tienen habilidades técnicas, pero nadie sabe cómo vender el producto. Es fundamental tener diversidad de habilidades y encontrar personas que te complementen. Si te falta cierta experiencia, debería haber alguien en el equipo que pueda llenar ese vacío. Además, considerá que podrías pasar tus próximos diez años con estas personas, por lo que deberías conocerlas muy bien y en profundidad. ¿Estás pensando en empezar una empresa por tu cuenta? Si bien hay ejemplos de startups exitosas con un solo fundador, las probabilidades de éxito son mayores cuando tenés socios con quienes compartir el camino.

5. Empezá con el cliente, no con la idea

Un día, tenés tu momento de inspiración. Se te acaba de ocurrir la mejor idea del mundo, una que lo cambiará todo, “el próximo Facebook” como muchos me han dicho. Así que pasás meses desarrollando esta increíble aplicación, la lanzás en las tiendas, solo para descubrir que nadie está interesado en pagar por ella, o peor aún, incluso en usarla gratis. Esta es una de las lecciones más importantes que me tocó aprender a la fuerza. Yo no comenzaría a trabajar en un proyecto a menos que tenga un cliente que esté dispuesto a pagar por ello. Tu primer gran desafío, como fundador, es conseguir ese cliente inicial, emitir tu primera factura y pasar de cero a uno. Una vez que tenés un cliente, no solo sabes que alguien está dispuesto a pagar por tu producto, sino que también tenés feedback real y continuo para darle forma a tu producto o servicio y hacerlo verdaderamente valioso.

6. No importa un c*rajo la prensa

Olvidate de los medios de comunicación. Nunca compares tu empresa, ni lo que hayas logrado, con nada que veas en las redes sociales o en las noticias. Si un chanta de turno aparece en la próxima portada de Forbes, no es tu problema. Hay mucho ruido ahí afuera y, aunque algunos personajes aparezcan en todas las revistas de negocios y canales de televisión posibles, vos tenés que concentrarte en tu trabajo. Nada es lo que parece. No te distraigas de tu objetivo. Nunca relaciones el éxito con la prensa.

Ahora tomá acción.